Salida Sevilla- Guillena del día 28/10/2017
El sábado 28 de octubre de 2017 alrededor de unos 40 peregrinos nos concentramos en la puerta de San Miguel de la Catedral de Sevilla para iniciar la primera etapa de la Vía de la Plata entre Sevilla y Guillena. Anteriormente un grupo numeroso de peregrinos escuchamos misa en la catedral y a la finalización de la misma fuimos bendecidos. Tras partir de la Catedral las flechas y los azulejos nos conducen por una serie de calles hasta abandonar la ciudad; pasamos el Puente de Triana y tras pasar la capilla del Cachorro, en las escalinatas donde se encuentra el mural de la catedral de Santiago, un tanto desdibujado y descolorido, y el miliario nos hicimos la foto correspondiente al inicio del Camino.
Atravesamos el río Guadalquivir y vamos caminando en un principio por su margen derecho, el camino es completamente llano, y en el horizonte muy pronto vemos la silueta de la Torre del Monasterio de San Isidoro del Campo, es nuestra referencia en el camino para llegar a Santiponce. Atravesamos Santiponce por su calle principal y al final de la misma nos encontramos las ruinas de la vieja Itálica que quedan a nuestra izquierda. En este lugar hicimos un alto en el camino que aprovechamos para descansar y reponer fuerzas, a la sombra de su parra, que nos harían falta para terminar la etapa. Son las 12 horas y el sol empieza a calentar ya.
Una vez hecho esto continuamos por el arcén de la carretera hasta coger la famosa recta de Emasesa que nos conduce a Guillena. Es una recta sin fin con algunos toboganes y entre campos de algodón, más recta que un bordón, a los cuatro kilómetros aproximadamente nos encontramos con el cauce del Arroyo de los Molinos que en esta época no lleva agua y lo salvamos sin ninguna dificultad. Peor suerte tendrán los peregrinos en el invierno y primavera hagan esta etapa y sus aguas impidan poder vadearlo y al carecer de un puente o pasarela se convierte en una vergüenza por las dificultades que han de pasar los peregrinos en atravesarlo. Ante esta situación tan problemática, la Asociación ha señalizado una variante para en caso de lluvias, por la Algaba y Torre la Reina que termina en Guillena.
Tras superar el arroyo Molinos divisamos Guillena ya en el horizonte, continuamos en línea recta por la pista, salvamos el último obstáculo, el arroyo Galapagar, antes de entrar en Guillena. Son las tres de la tarde y recuperamos fuerzas comentando la mañana con los nuevos peregrinos que han recorrido hoy esta etapa por primera vez.
Climatológicamente la mañana se presentó algo fresca, pero con los cielos totalmente despejados. Hasta media mañana la temperatura fue agradable, pero según iba avanzando el día el sol fue calentando más, lo cual hizo que la recta de Emasesa se nos hiciera larga y pesada.