Crónica de la Visita Cultural del 27 de Noviembre de 2.021
“La Judería Sevillana. Barrios de Santa Cruz y San Bartolomé
A las 11 h. de la mañana iniciamos el recorrido desde la plaza Virgen de los Reyes, bajo la dirección de Manuel Pablo, nuestro guía, y con una concurrencia de 25 asistentes.
En la propia plaza se nos explicó el origen del Convento de la Encarnación, constituido tras el traslado de las monjas desde su emplazamiento original en la plaza de la Encarnación hasta este lugar enfrente al palacio arzobispal, ocupando lo que antes fue hospital de Santa Marta. También se informó de la existencia, en el ámbito de la plaza, del Corral de los Olmos, antigua sede de los Cabildos civil y eclesiástico.
Desde la plaza nos encaminamos a la contigua y recoleta plaza de Santa Marta, encerrada entre los muros del Convento de la Encarnación y un par de casas particulares, donde admiramos el crucero de mármol del siglo XVI, proveniente de un cruce de caminos aledaño al hospital de San Lázaro, y colocado a principios del XX en el centro de la plaza en el contexto de las reformas llevadas a cabo por el marqués de la Vega Inclán en el barrio de Santa Cruz.
De allí nos dirigimos a la calle Don Remondo, donde se nos informó de la función protectora de roces que tenían las piedras de molino colocadas a modo de zócalo en la fachada lateral del Palacio Arzobispal y en muchos edificios principales de la ciudad.
A continuación subimos hasta la calle Abades para admirar el Palacio de los Pinelo, contándonos el guía como fue adquirido, restaurado y donado al Ayuntamiento por “El Corte Inglés” en los momentos en que se negociaba su implantación en la Plaza del Duque ocupando las parcelas de tres palacios que fueron demolidos para posibilitarlo.
De allí pasamos a la calle Mármoles en donde permanecen tres columnas de granito de una sola pieza de un antiguo edificio romano y de donde se extrajeron las dos columnas del extremo sur de la Alameda de Hércules y una tercera que se partió cuando se trasladaba hasta el Alcázar.
Luego pasamos por la calle Aire, punto más alto del casco antiguo sevillano y centro del emplazamiento originario de la ciudad, donde contemplamos la casa donde residió el poeta Luis Cernuda. En su confluencia con la calle Fabiola pudimos ver el pequeño lienzo de muralla perteneciente a la cerca que delimitaba la antigua judería que llegó a albergar unos 5.000 habitantes y que contaba con dos puertas: una de comunicación con el interior de la ciudad y situada en la confluencia de las calles Mateos Gago y Mesón del Moro, y otra de comunicación con el exterior, la conocida como puerta de la Carne. La judería que llegó a ser la segunda más extensa de Castilla, entró en declive tras las revueltas antijudías de 1.391.
En la esquina de las calles Fabiola y Mateos Gago se disertó sobre la Casa Fabiola, sede de la colección artística donada por el coleccionista Mariano Bellver, y sobre la parroquia de Santa Cruz, ubicada en un edificio conventual, tras la demolición de su sede en la actual plaza de Santa Cruz.
De allí seguimos paseando hasta la calle Santa María la Blanca donde se nos habló de la iglesia del mismo nombre, obra cumbre del barroco sevillano y asentada sobre lo que antes fue una sinagoga, implantada a su vez sobre una antigua mezquita. También se disertó sobre lo interesante de las construcciones ocupadas por el hotel “Las Casas de la Judería” cuyo edificio principal es contiguo a la iglesia.
Continuando con el paseo llegamos hasta el Palacio de Mañara, actualmente propiedad de la Junta de Andalucía y con uso administrativo y que originalmente fue la residencia de la familia Mañara, cuyo miembro más conocido fue Miguel de Mañara, impulsor del hospital de la Caridad. De aquí pasamos a la iglesia de San Bartolomé, edificada también sobre el solar de una antigua mezquita y posterior sinagoga.
Siguiendo el paseo por las calles Verde y Archeros llegamos al ensanche de la calle Cruces, generado por la demolición de los edificios allí situados a mediados del siglo XX, momento en que se colocaron las tres columnas rematadas por cruces de forja existentes en la actualidad. De aquí nos fuimos a la cercana plaza de los Refinadores, donde el guía nos habló de los orígenes de los jardines de Murillo y de D. Juan Tenorio, junto al monumento levantado en su honor, y donde pudimos admirar el edificio de Aníbal González que hace esquina con la calle Cano y Cueto.
La siguiente estación del recorrido fue la plaza de Santa Cruz, espacio que ocupa el solar de la antigua iglesia de Santa Cruz, que fue demolida en el periodo de dominación francesa. Allí contemplamos la cruz de la Cerrajería colocada en su centro y que originalmente estuvo situada en el cruce de las calles Sierpes y Cerrajería. Luego caminamos hacia la calle Santa Teresa donde se nos habló de la fundación por la santa del convento popularmente conocido como “de las Teresas” situado en dicha calle.
A continuación nos desplazamos a la recoleta y casi desconocida plaza de la Escuela de Cristo, donde se nos habló de esta institución y del oratorio allí existente.
De allí fuimos a la plaza de los Venerables donde se nos informó del hospital de los Venerables Sacerdotes que da nombre a la plaza.
A continuación nos desplazamos hasta la plaza de Doña Elvira, cuyo espacio estuvo ocupado por el corral de comedias del mismo nombre, para luego pasear por la antigua calle de la Muerte, donde el guía nos narró la leyenda de la joven judía Susona que da nombre actual a la calle.
Saliendo de la calle de la Muerte anduvimos por las calles Vida (vaya contraste de nombres) y Judería para desembocar en el Patio de Banderas. Allí, con la perspectiva de la Giralda, y después de dos horas de instructivo paseo, se dio por finalizada la visita cultural a la Judería sevillana y los asistentes nos dispersamos en busca del conveniente refrigerio.
Fotos del Evento