“La multa nos dio más fuerza y seguimos luchando”
¿Cómo empezó la lucha por los caminos públicos?
Empezamos en el Castillo de La Guarda (Sevilla). El río Guademar pasa por allí y de toda la vida se podía pasear cerca del río, pero cortaron el acceso a la servidumbre de paso, que es pública. Desde entonces nos hemos implicado activamente familia, amigos, senderistas, ecologistas... Somos personas concienciadas en la defensa de los caminos públicos. Ahora diversas organizaciones nos hemos unido en la Plataforma para Defender los Caminos Pú blicos. Me genera indignación y tristeza que la Administración no esté haciendo sus deberes y permita toda esta la usurpación de los caminos.
No es casualidad que sean terratenientes los que cierran los caminos.
Estas fincas son cotos cinegéticos y las cierran con mallas perimetrales de hasta cuatro metros de altura y por allí no pasa nadie. Los nuevos señoritos del ladrillo, porque antiguamente los terratenientes respetaban más los caminos porque les daban un servicio a sus fincas, pero ahora nos usurpan nuestro patrimonio. Estas fincas son cotos cinegéticos y las cierran con mallas perimetrales de hasta cuatro metros de altura y por allí no pasa nadie.
Pero han llevado a cabo acciones y enfrentado el problema.
Sí. La primera marcha de denuncia fue en una finca pública, un monte de la Junta de Andalucía que compró hace 35 años. Pasaba un camino público que cerraron. Es la finca de La Jarrama, Huelva colindante con Despeñaperros, y la cerraron a cal y canto para hacer un coto de caza para los señoritos. Como la gente de la aldea de El Peralejo nos pidieron ayuda, allí fuimos. En la puerta estaba la Guadia Civil, pero pasamos. Luego nos pusieron una multa de 60.000 euros, que sigue dando vueltas por ahí. La propia Adminis tración se puso de parte de lo privado. Eso nos dio más fuerza y seguimos luchando desde la Plataforma Ibérica en defensa de los caminos.
FUENTE: Caminos Libres