Crónica de la Visita Cultural del 30 de Abril de 2.022
“Museo de Bellas Artes de Sevilla”
A las 10.55h horas estamos en la Plaza del Museo , casi todas las personas (9) que realizaremos esta séptima visita cultural del curso 2021-22, organizada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Sevilla y dirigida por Manuel Rodríguez (Manu) nuestro guía. En esta ocasión nuestro vocal de cultura no puede asistir.
Antes de comenzar la visita propiamente dicha Manu nos dio una explicación de los exteriores del Museo así como de su fachada.
El lugar donde se encuentra el actual museo era un antiguo convento masculino de la Orden de los Mercedarios, llamada la Casa Grande de la Merced. Esta orden llegó con Fernando III y se instalan desde la 2ª mitad del siglo XIII. El convento era muy grande , lo que hoy es la plaza del museo formaba parte del convento y hasta que no se derriba parte del edificio en el siglo XIX, no se realiza la plaza. La parte del edificio que se derriba es donde estaban los novicios que debido a un incendio había quedado muy deteriorado. En 1.835 con la desamortización de Mendizabal los monjes dejan el edificio y se decide que sea el Almacén de todos los cuadros y pinturas diversas que con la desamortización de diversos conventos había que guardarlos en algún lugar y dio lugar a que más tarde se fundara el Museo de Bellas Artes (y en tiempos también Arqueológico) de Sevilla. La plaza en su origen tenía una parte elevada en el centro con una fuente y una serie de esculturas que decoraban la parte alta y provenían de Umbrete, del Palacio Arzobispal y después fueron llevadas al Jardín de las Delicias, frente al parque de Maria Luisa. En 1.864 se colocó la estatua que actualmente preside la plaza. Realizada por Sabino Medina en bronce y dedicada a Bartolomé Esteban Murillo. El pedestal lo diseñó Demetrio de los Ríos. Existe una copia de la estatua en el museo del Prado de Madrid.
Una vez que se inaugura la plaza , al museo hay que dotarlo de una fachada nueva, ya que no había una fachada propiamente dicha al ser parte interior del propio convento. La fachada que se construye es de estilo neoclásico con líneas muy puras y limpias. En la década de 1.940 se cambia la fachada y no tiene nada que ver con la actual y se decide colocar como portada principal la de la Iglesia del Convento que estaba colocada en la calle Bailén (justo a las espaldas del edificio). En la esquina de la calle San Vicente existía otro convento de monjas Mercedarias, llamado Convento de la Asunción que fue derribado a mediados del siglo XX (de este edificio se conservan fotos).
En la parte de atrás se ve perfectamente donde estaba la fachada que fue trasladada a la puerta principal del actual museo. De estilo barroco, fue realizada en 1.729 por el cantero Miguel de Quintana.
Pasamos dentro del edificio para recibir las explicaciones de cómo está constituido el mismo. En el centro del edificio está la escalera Imperial. En el siglo XVII se realiza una gran reforma dirigida por el arquitecto Juan de Oviedo. Existen muchos objetos que decoran el edificio, tanto de cerámica y esculturas de piedra que fueron traídos de conventos desamortizados.
Está formado por varios patios . El principal es el patio de los monjes. Del antiguo convento del Pópulo (El Arenal) se trajeron mosaicos que formaban parte de su fachada y hoy están en este patio.
Comenzamos la visita propiamente dicha y nos encontramos en la primera sala dedicada al gótico siglo XV . Un conjunto en barro de terracota realizado por Pedro Millán. Los artistas ya comienzan a firmar las obras y se aprecia claramente. En este siglo aún los artistas no tienen clara la perspectiva y profundidad en sus obras y representan los personajes asignando el tamaño adecuado según su grandeza religiosa . Destaca una pila baustimal de cerámica de estilo gótico mudéjar que estaba en el Hospital de San Lázaro y D. José Gestoso a finales del siglo XIX decide trasladarla a la actual ubicación, dado el estado de deterioro y abandono de dicho hospital.
Pasamos al antiguo refectorio del convento, destacando que aún se conserva el artesonado original.
En la siguiente sala ya comenzamos a ver obras del renacimiento (Siglo XVI) y los paisajes comienzan a aparecer en las pinturas con profundidad y perspectiva adecuada. Destaca un famoso tríptico con escenas de la pasión de Cristo pintado sobre tablas (se pueden apreciar las juntas entre las tablas) que se podía cerrar y las puertas están pintadas. También podemos admirar varias esculturas en barro de terracota del escultor de origen Italiano Pietro Torrigiano de la escuela de Miguel Ángel (aunque no se llevaba muy bien con el famoso artista). Una representando a San Jerónimo penitente (se considera la obra cumbre del museo por su gran belleza y formas anatómicas) y otra de una virgen (madonna Italiana) con el niño , ambas las realizó para el convento de San Jerónimo de Bellavista.
Existe otro retablo pintado sobre tabla con las imágenes de San Francisco, San Agustín y el Juicio Final.. Realizado en 1.570 por el pintor flamenco Marten de Vos . El cuadro proviene del Convento de San Agustín de Sevilla que en tiempos estaba en la puerta de Carmona. Según Francisco Pacheco (pintor suegro de Velazquez), cuenta en uno de sus libros que los frailes del convento cuando pasaban delante del retablo se ruborizaban por la cantidad de desnudos que contenía dicho cuadro.
Una muestra del manierismo o última etapa del renacimiento, la encontramos en pinturas de Luis de Vargas, Alonso Vázquez y Francisco Pacheco. En esta sala hay pinturas que estaban en el antiguo convento de los Mercedarios concretamente en el claustro, representan a sus santos principales (San Pedro Nolasco y San Ramón Nonato) y varios frailes rescatando cautivos en el norte de África. En la misma sala podemos observar una escultura en barro de terracota muy impactante , la cabeza de San Juan Bautista después de ser degollado, con todos los detalles anatómicos del corte.
En la siguiente sala podemos observar pinturas del primer Barroco Sevillano, con pinturas de Velazquez, Alonso Cano, Imagenes de Martinez Montañez , etc…
Pinturas de Alonso Cano, como las “Ánimas del purgatorio” con imágenes muy expresivas
En esta sala está la última adquisición para el museo (2.021) por la Junta de Andalucía, es el cuadro de Santa María Magdalena de Pazzi del pintor Alonso Cano. De este pintor es también un cuadro de San Francisco de Borja. De Velazquez es un cuadro que representa a D. Cristobal Suarez de Rivera fundador de la Hermandad de San Hermenegildo . El cuadro pertenece a la Hdad, pero está cedido en depósito al museo.
Se ve claramente que los cuadros van creciendo en su magnitud y nos llevan al siglo XVII, el barroco en todo su esplendor. Antes de llegar a la sala cinco , pasamos por el patio y podemos observar los fantásticos artesonados del convento. Es en esta sala donde estaba la Iglesia y la entrada desde la calle Bailén. En ella se pueden observar cuadros de gran magnitud con el llamado “Rompimiento de Gloria” porque los cuadros están divididos en una parte “Celestial” y otra “Terrenal” . Cinco de los lienzos provienen del antiguo convento de Montesión (Calle Feria) del pintor Juan del Castillo (maestro de Murillo), son escenas de la vida de la Virgen. De Juan de Roelas es el “Martirio de San Andrés” . De Francisco Herrera “el Viejo” son dos lienzos, uno que estaba en el convento de San Basilio y el de San Hermenegildo (con un colorido espectacular). Otro lienzo que podemos observar es “La apoteosis de Santo Tomás de Aquino” de Francisco de Zurbarán. Una de las cosas que hace muy bien este pintor es el tratamiento de las telas, ya que el detalle de las mismas en sus cuadros es impresionante (terciopelo, encajes, los brocados, etc). Después pasamos a ver los lienzos de uno de los pintores más queridos en Sevilla, Bartolomé Esteban “Murillo”, entre los que destaca “La Colosal” una hermosa imagen de la Inmaculada, que fue pintada para el convento de San Francisco. La pintura se realizó para ser exhibida a una cierta altura, ya que a nivel del suelo se observan ciertas desproporciones en la figura. También están una serie de cuadros de la Inmaculada que pintó para el convento de los Capuchinos. En uno de los cuadros “La anunciación” , se ve un detalle del hilo y la aguja con la que está cosiendo la virgen.
A continuación por la escalera “Imperial” subimos a la planta siguiente, en la primera sala nos encontramos con pinturas del siglo XVII de pintores coetáneos y seguidores de “Murillo”. Como Pedro Núñez de Villavicencio, Alonso Miguel de Tobar, Juan Simón Gutiérrez. En esta sala podemos observar originales de “Murillo”, un San Jerónimo, un San Francisco (gran detalle en las telas y pliegues de las mismas), una Dolorosa (propiedad de la Marquesa Viuda de Larios y donada al Museo) con fondo neutro para destacar la imagen de la Virgen.
La siguiente sala dedicada a Valdes Leal, está cerrada por la reciente exposición dedicada a este pintor y aún no se ha podido reorganizar.
En la siguiente sala podemos observar un cuadro con las estaciones del año con el detalle en verano de una cala de melón. También podemos ver lienzos de Rivera (Santa Teresa de Jesús). Vemos un lienzo que acaba de ser restaurado (antes de Semana Santa). Entre las salas destacamos una pieza de plata con un cuenco central rodeado de figuras , es un magnífico salero .
En esta sala hay una importante representación de Zurbarán (Cristo crucificado y tres padres de la Iglesia), una escultura de Martinez Montañes, “Santo Domingo penitente” que proviene del antiguo convento Dominico de Portacoeli. De su discípulo Juan de Mesa tenemos dos esculturas que provienen del convento de la Cartuja “La virgen con el niño” y un “San Juan Bautista”.
En la siguiente sala nada más entrar , impacta el techo de estilo mudéjar que procede de una antigua casa palacio ubicada en el centro de Sevilla. Hay tres pinturas de Zurbarán que provienen del Monasterio de La Cartuja “Santa Maria de las cuevas”. Cada una representa uno de los tres pilares básicos de la Orden de los Cartujos: “El ayuno”, “El amor a la Virgen” y “El silencio”. En ellos se utiliza un elemento muy barroco, como es pintar un cuadro dentro de otro cuadro.
En la penúltima sala está dedicada al siglo XVIII. Un conjunto con varios cuadros es pintado en 1.748 por Domingo Martinez, seguidor de Murillo (cuadros encargados por la Real fábrica de tabacos de Sevilla con motivo de la conmemoración del ascenso al trono de Fernando VI y su esposa Dña Bárbara de Braganza ). El año anterior hubo una gran cabalgata (mascarada con carrozas) y es el motivo de todos los cuadros, que muestran la Sevilla de la época. Los cuadros son “El pregón de la máscara”, “La común alegría”, “El Fuego”, “El Agua”, “El Aire”, “La Tierra”, “El carro del Parnaso”. En esta sala también hay varios ejemplos de “trampantojos”( técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el entorno).
Terminamos en las dos salas que nos llevan al siglo XIX y al XX. Observamos que existe un cambio visible ya que abunda menos la pintura religiosa, y vemos más paisajes , pintura costumbrista , histórica . Suelen ser cuadros de gran tamaño. Destacan el retrato magnífico como el de Becquer (anverso de las antiguas 100 pts), realizado por su hermano Valeriano. Otro ejemplo es un paisaje de la Cueva de los Gatos , con bandoleros en su interior perseguidos por la Guardia Civil. Pinturas históricas de Jose García Rámos sobre todo costumbristas (Tabernas), destaca un cuadro llamado “hasta verte Cristo mío”. Otro pintor es Gonzalo Bilbao (pintor) y su hermano Joaquin (escultor) . Las pinturas de este pintor tienen un trasfondo social. Pinturas realistas como “las chumberas en flor”, “cuentos de brujas”, “noche de verano en Sevilla” (cuadro casi impresionista). Para terminar nos vamos al fondo para ver un cuadro impactante porque parece que estamos en medio de la escena y se llama “la muerte de un torero”.
Por último “Las Cigarreras” de Gonzalo de Bilbao, magnífico cuadro de 1.915 que muestra el duro trabajo de las cigarreras en la fábrica de tabaco.
Sobre las 13.15h terminamos esta interesante y densa visita cultural .
Fotos del Evento