Crónica de la Conferencia de D. Francisco Castro Miramontes "Fray Paco" (04/03/2022)
El viernes 4 de marzo asistimos en la sede de la Asociación a la video charla mencionada
Fray Paco, párroco del Santuario de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo) nos habló, gracias a las nuevas tecnologías, desde su residencia rodeada de nieve y con -2ºC de temperatura en el exterior.
Redactar una crónica de un encuentro donde, aparte de las palabras, también tuvieron protagonismo las sonrisas, las pausas, el ambiente fraterno a ambos lados de la pantalla, es muy difícil si no eres un magnífico narrador. Qué fría puede ser una crónica cuando no puede transmitir la calidez del encuentro. Sabiendo de esas limitaciones y pidiendo disculpas por ellas, intentaremos dejar apuntados retazos de lo que en esa tarde se habló.
La charla de Fray Paco, tras una breve presentación por parte del vocal de Cultura de la Asociación, duró poco más de media hora. A partir de ahí nos invitó a participar a los asistentes y comenzaron las preguntas que él contestó con suficiente extensión.
Como introducción, Fray Paco nos habló de su vinculación con el Camino de Santiago. Nacido en Santiago de Compostela, en el barrio de San Pedro, lugar de entrada de peregrinos, le llamó la atención desde niño ver como personas venidas de todas partes del mundo confluían en su ciudad y se emocionaban al llegar, hasta que en su juventud, con 18 años decidió vivir en primera persona esa experiencia realizando el Camino en una época en la que apenas había lugares habilitados para acoger a los peregrinos y donde muchas noches tuvo que dormir al raso para llegar finalmente a la plaza del Obradoiro, a la que definió como la plaza donde se concentra el mayor número de emociones por metro cuadrado del mundo. Comentó que el lenguaje del Camino es el de los gestos, cómo entre personas que no hablan el mismo idioma fluye la comunicación con las sonrisas, los apretones de mano, el compartir una fruta… ¡cuánta necesidad de abrazos nos encontramos por el Camino!
Luego nos explicó su aproximación al sacerdocio desde su inicial despreocupación por los asuntos religiosos, pasando por su vocación de servicio a los demás que desarrolló como voluntario en el asilo de la calle Carretas de Santiago, actual oficina del peregrino; pero fue el Camino el que le abrió la mente a la religiosidad, y el empujón necesario se lo dio finalmente el ejemplo de Francisco de Asís, también peregrino a Compostela.
En 2005 inicia la acogida de peregrinos en el hogar de espiritualidad San Francisco de Asís, en Santiago de Compostela, con objeto de brindar un oasis de paz y un espacio de oración ecuménico con un mensaje de amor: El Camino empieza en Santiago; peregrino cuando llegues de nuevo a tu casa, haz algo por los demás que antes no hacías.
La peregrinación es la metáfora perfecta de la vida misma.
El abrazo es la mejor forma de acogida. Calculó en cuarenta mil los abrazos que él habrá dado atendiendo a los peregrinos.
Nos informó de su llegada a O Cebreiro, a esa aldea a 1.300 metros de altitud, puerta de Galicia en el Camino Francés, donde ya en tiempos ancestrales existió un hospital de peregrinos. Llegó en el otoño de 2017 y lo primero que hizo fue preguntarse ¿qué hago aquí? La respuesta la tuvo al poco tiempo, un día en que atendió a un peregrino malagueño a punto de sufrir una crisis de hipotermia, que venía con su perra por causa de la cual no le habían permitido hospedarse en la población anterior y se vio obligado a seguir hasta O Cebreiro. El universo contestó su pregunta: ser socorrista de peregrinos.
Fray Paco reflexionó en su charla sobre los motivos que el peregrino tiene en mente en Roncesvalles al inicio de su camino, que muchas veces son razones nimias y qué distintas son las respuestas que obtiene cuando llega a Compostela.
Para terminar su monólogo nos animó a cuidar del Camino como delicado patrimonio sin fronteras.
Iniciado el momento de conversación con los asistentes a la charla, se le preguntó por la importancia de los abrazos a los que había hecho referencia en su intervención. En esta cuestión nos habló de la necesidad natural del ser humano de ser abrazado, desde que nace y su madre le acoge en sus brazos. Nos contó la experiencia por él vivida de un día en que estando en el Santuario preparándose para oficiar la misa, entra una peregrina a la que ve emocionarse y él la saluda y le da un abrazo; después de la misa, ella le comentó que venía con un problema en una rodilla y antes de la subida hasta O Cebreiro se sintió sobrepasada y necesitó hablar por teléfono con su madre, pero le faltó el abrazo físico de la misma, y confesó que recuperó el ánimo gracias al abrazo que le brindó el sacerdote a su llegada a la cima.
Entre sonrisas y en tono de broma calificó, a pregunta de uno de los asistentes, su destino en O Cebreiro como “condena a galeras”.
Otro participante se interesa sobre la posibilidad de que la casa parroquial de O Cebreiro se abra a la hospitalidad a peregrinos, en oposición a la turistificación de la aldea. A ello Fray Paco confiesa que, conforme a la normativa oficial, el hogar de San Francisco de Asís en Santiago, en cuanto a dar hospedaje al peregrino era un albergue ilegal, pero lo que allí se sorteó con más o menos suerte, no es posible en una pequeña comunidad como O Cebreiro donde él no debe hacerle competencia a los negocios locales. La casa parroquial estará disponible cuando exista una necesidad que no pueda resolverse por los medios existentes en la aldea ya que para casos de falta de recursos de los peregrinos la parroquia ayuda económicamente para que sean acogidos en los establecimientos existentes en la localidad.
Fray Paco aprovechó las anteriores reflexiones para comentar cómo la parroquia se esfuerza por incentivar el diálogo y la confraternidad entre los peregrinos que llegan cada día a O Cebreiro, como por ejemplo con una misa de peregrinos más participativa y con una bendición final de hasta en veinte idiomas.
Otro asistente le pregunta por uno de los pensamientos incluidos en su librito “Las huellas del Camino. Pensamientos para el Camino de Santiago”, uno que dice “La mística nos permite navegar sobre la superficie del misterio, y a su tiempo, con la experiencia acumulada, podremos incluso sumergirnos en el mismo”. Con buen humor, Fray Paco resopló y dijo “Uf! ¿Eso lo he escrito yo?”, después reflexionó sobre la espiritualidad en contraposición con el materialismo y la necesidad de recuperar el misticismo desde la humildad. En ese contexto hizo referencia a Santiago como la “ciudad almada”.
Un último interviniente le invitó a hablar de sus paseos matutinos en busca de los peregrinos que van llegando a la aldea. Fray Paco nos contó que se dirige a ellos con el saludo “Bienvenido a Galicia. Buen Camino” y expresó la necesidad de recuperar el saludo cotidiano cuando nos cruzamos a diario con nuestros vecinos.
Tras ello nos habló del negocio que ha abierto en su balcón: un restaurante-spa para pajaritos, a donde llegan pinzones, mirlos, carboneros, petirrojos, especies muchas de las cuales desaparecían de la aldea con la llegada del invierno y que ahora se están manteniendo aprovechándose de lo que Fray Paco les ofrece, perfecto ejemplo de la hermandad con la naturaleza que él predica.
Como colofón a su intervención impartió la bendición a los asistentes y nosotros le mostramos el tradicional miliario con el que obsequiamos a todos los conferenciantes y que en breves días le harán llegar personalmente dos miembros de la Asociación con motivo de su viaje a Galicia. Finalmente nos despedimos con aplausos de un interviniente que ha dejado una profunda huella entre los amigos del Camino de Sevilla.
Fotos del Evento