El sábado 2 de abril de 2022 nos desplazamos hasta Utrera para realizar la penúltima etapa de la Vía Augusta, entre esta localidad y Alcalá de Guadaíra de unos 18 km aproximadamente.
El autobús nos dejó en la Plaza de Santa Ana, de Utrera, que fue el lugar desde donde empezamos la etapa, después de desayunar. Subimos la calle Corredera y al final de la misma, se encuentra la rotonda de la Plaza de la Trianilla.
Avanzamos por la antigua carretera Utrera – Sevilla, hoy en día, convertida en avenida urbana. Seguimos pasando rotondas y en la quinta rotonda, a la izquierda se encuentra el supermercado Aldi y a la derecha la calle Progreso, la cual cogemos y al final de la misma hay un mojón jacobeo, puesto recientemente por la Diputación, indicándonos el camino a seguir. Aquí comienza el Camino Viejo de Alcalá, el cual seguiremos siempre en línea recta hasta Alcalá de Guadaíra.
A unos metros nos encontramos con una Venta, vamos por un camino asfaltado, obviando los distintos carriles que surgen a derecha e izquierda. Vamos a parar a las vías del tren, las cuales salvamos por un puente sobre las mismas. Se continúa por la carretera entre fincas privadas, siempre de frente. Cuando llevamos más de seis kilómetros andados las parcelas se acaban y aparece el olivar, que al poco se convierte definitivamente en camino de tierra entre olivos. Al final del camino de tierra, sobre una valla metálica hay unas flechas amarillas que nos indican seguir de frente por unos carriles de tractor, es un terreno abierto, va por el centro de unos sembrados y se ve con claridad. A nuestra derecha queda el margen de un arroyo, después de pasar un pequeño vado, iniciamos la subida de la Cuesta Carretilla, única dificultad de la etapa. A la mitad de la cuesta nos encontramos con una fuente, sin agua.
A partir de aquí el camino se denomina Camino de Oromana, estamos cerca de Alcalá, pasamos por el pinar de la Boticaria, eucaliptos, paredes arcillosas y un campo de tiro. Un poco más adelante nos encontramos con el Club de Tenis Oromana y los edificios de Paz y Bien.
Entramos en Alcalá por la Avenida de Portugal. Un azulejo y flecha nos dicen por dónde ir. Seguimos esta avenida hasta llegar a los dos puentes sobre el río Guadaíra, antes veremos, en lo alto del pinar la ermita de San Roque y de frente ya se divisa el Castillo de Alcalá, dominando la población y a la derecha, antes de cruzar el puente, el Molino de la Tapada. Cruzamos el puente peatonal, de origen romano, reconstruido en la época de Carlos III y hoy en día, totalmente restaurado, llevándonos al casco viejo. Siguiendo los azulejos y las flechas amarillas nos llevan a la Iglesia de Santiago el Mayor, final de la etapa de hoy.
El día se presentó ventoso y fresco a primera hora de la mañana. El viento nos acompañó durante toda la jornada, al igual que el sol. La temperatura fue aumentando según iba pasando la mañana. En general fue un buen día para caminar, a pesar del viento.
La etapa fue cómoda, rectilínea y agradable de caminar, sin dificultad, bueno la única dificultad por poner algo fue la subida de la Cuesta Carretilla. Etapa bien señalizada en los tramos urbanos con azulejos de la Vía Augusta y flechas amarillas de cerámica. En el camino abundaron los nuevos mojones jacobeos de la Diputación.
Para rematar la jornada, después de comer nos fuimos tomar el café y unos dulces en la famosa y emblemática pastelería alcalareña, La Centenaria, la más antigua del municipio, fundada en 1860.
Sobre la hora prevista , regresamos a Sevilla sin novedad alguna a destacar.
Fotos del Evento
(Fotos facilitadas por nuestro socio Cayetano Martínez)